sábado, 17 de septiembre de 2011

Madrid2011



Sus ojos se clavaron en los míos
cuando sus mares se convirtieron en mis ríos.

Estaba tan bien, tan bien estuve.
Sus uñas arañaron mi espalda,
autovía hacia el placer,
destrozando mi equilibrio, transmutandome.

Placer de piel.
Ansioso ese botón de tu camisa de cuadros,
desabrochado, ansioso.

En tu pecho he de volcar mi ser.

No hay comentarios: