miércoles, 30 de noviembre de 2011

Nadie responde a Rasiert


Leo con orgullo y henchido de alegría que mi amigo Rasiert ha dedicado la primera entrada de su blog a Nadie, administrador principal y vomitador de ideas de TRANSFETISCH. El pecado es la brecha abierta que ha unido ambos blogs y la columna vertebral de Transfetisch, por eso merece un minucioso (¿simplista?) analisis la transgresión del pecado.

Nuestro pensamientos, nuestras prácticas y actitudes se encuentran entroncadas (estrechamente ligadas) a una moral judeo-cristiana, basadas en la prohibición y en la negativa. El "eso no se dice", " eso no se toca" "eso no se come" y el sobretodo "así no se ama" ha guiado nuestra cultura y educación desde que somos pequeños construyendo muros al entendimiento de nosotros mismos, coartando la prentensión natural del ser humano a salirse de la linea marcada. De esta prisión (que está en nosotros mismos) nacen las frustaciones, la envidia y la resignación, degenerando en complejos problemas psicológicos que nos apartan de nosotros mismos y de los demás, que nos llevan a vivir una vida que no desearíamos ni a nuestro peor enemigo. Por tanto, nos convierte en enemigos de nosotros mismos, no lleva a odiarnos y a envidiar lo que quisimos ser y lo que no somos.

De éste "querer encontrarnos a nosotros mismos" nace la transgresión del pecado, del querer liberar nuestras prácticas de esa prisión que es la moral. Ya el Marques de Sade nos ofrece una estupenda guía de la inmoralidad. Pero no debemos caer en el error de desconsiderar por completo la moral, pues el morbo nace de la intención de superar y transgredir esa moral, ya sea practicando el sexo con alguien que te dobla la edad, fetichizando la vida cotidiana, fantaseando con alguien con poder, llevando para adelante relaciones múltiples o huyendo de la familia-trabajo y expectivas sociales que se tienen de nosotros. Ahi está la evolución, por tanto, es necesario desprenderse de la noción de evolución como algo colectivo, y empezar por uno mismo el cambio.

El movimiento "gay" ("maricón" me gusta más) nació, quizá, con está pretensión de superar los límites, pero con el devenir y la ¿aceptación?, ha hecho caer al colectivo en los mismos errores que el régimen heteronormativo. La farsa de la igualdad, no es más que una imposición del régimen heteronormativo, de que aceptemos sus reglas, pero eso si, ofreciendonos guetos para que no molestemos. Por tanto, esa obsesión del marica de turno por vivir una vida medianamente "heterosexual" ha conllevado a encerrarnos de nuevo en el pecado de la infidelidad, en el pecado de las practicas socialmente aceptadas (metesaca) y en el pecado del matrimonio. Por eso, el movimiento se ha ido desprendiendo de esa función transgresora y se ha acomodado a lo universalmente aceptable y a sumido a los mariquitas de hoy a vivir la misma absurdidez que el resto de los mortales en dónde se lleva a cabo la prisión que implica el trabajo-la casa-el coche, sin un minimo nivel de autocrítica y de análisis de nosotros mismos.


En siguientes entregas veremos como con el fetichismo podemos derrumbar esos muros...

viernes, 11 de noviembre de 2011

Orfeo y Euridice



No es valiente el que por amor enfrenta la adversidad
ni lo soy yo, que incluso dudo de nuestra suerte,
camino sin mirar atrás, esperando que todo sea verdad.

Pantheos Identità nacoste