viernes, 9 de diciembre de 2011

Miss Transfetisch


Este saber estar se merece un sitio de honor en este espacio...y unas letras que se están cociendo[...Continuara...]

Heteros



 Todavía me huele la cara a culo y el culo a fresa. Quizá sea ese el aroma que me embriaga aquí y me hace escribir. Acabo de forniciar con uno de esos muchos “heteros” que deambulan y merodean por los inframundos del chat de follar. Esos que están al acecho de cualquier pasiva indefensa que aparezca por el ManHunt (aplíquese red social deshonesta en cada caso). Bueno, de indefenso más bien tengo poco porque tiene su morbo aquello de montárselo con un “hetero” y mira, que yo también los acecho, la verdad. Ellos lo saben y así, entre todos, ponemos en marcha esta pantomima. 
Antes de nada quiero dejar claro que yo no me meto con que a alguien le guste comerse un sándwich de melva con pelos y luego una buena berenjena calentita. Aunque uno prefiera lo segundo, aquí somos todos muy libres, libérrimos. No es que me moleste su auto-proclamada heterosexualidad con la que se libran de cualquier tipo de reprobación social, no, no. Yo me pongo más prosaico y critico su proceder en las artes amatorias. 
Bien, están aquellos “heteros” que se dejan hacer de todo menos que les aproximes cualquier cuerpo extraño a su ano. Por supuesto puedes hartarte de comerles el culo, que eso sí se vale, pero ojo ojete, de deditos ni medio, que no soy maricón. No obstante, el hecho de que tu lengua se haga una clase entera de Eva Nasarre por toda su anatomía no significa que te vayan a devolver el favor (y yo que pensaba que era así como funcionaba entre heteros, tonto de mí). Como mucho un par de lapos, tras de ellos el pulgar y vas que cortas (como muchas veces también, sus uñas).
Guardo un particular cariño a aquellos universitarios que te encuentras un buen día, te dicen que son otro de estos “heteros” de marras, que nadie sabe lo suyo y que tienen novia en su pueblo. Ya. Seguro que es amiga de la mía. Lo divertido es que después de tirar un poquito de la cuerda, que tampoco es eso mucho en este simulacro de ciudad que es Granada, todos saben que el nene es del club del pepino. Obviamente todos menos él.
 También abundan los “heteros” casados (que cuentan doble y sin son del PP triple y avanzas veinte casillas). Recuerdo un espécimen de este tipo que mis amigos bautizaron con el apelativo de Flanders muy acertadamente. Este señor me llevaba a su casa, en un pueblo a las afueras, para yacer en el mismo catre que compartía con su mujer, eso sí, procuraba y me recordaba siempre que no pasáramos de la mitad derecha de la cama, porque la izquierda era la de su mujer. ¡Qué considerado él!
 Con los que no he tenido el gusto por motivos evidentes ha sido con los “heteros” pasivos. ¿Habrá alguien que pueda llegar a tal grado de desfachatez? Pues como las meigas, haberlos, haylos. He visto alguno que reivindicaba su “heterosexualidad” mientras se introducía un dildo de respeto por Cam4 y pedía que toda la sala lo llamase zorrita. Maldito ladrón de ideas. Bueno, estoy seguro que también estos tendrán sus manías, como la bien extendida de no besar. Te están dando por detrás, pero lo que te hace sarasa es comerle la boca a un tío. Pura lógica.
 En general creo que hay que ser poco exigente para acabar satisfecho con estos individuos. ¿O igual es que he tenido muy mala suerte? Nada, la próxima vez pensaré con la cabeza de arriba, por poca sangre que le pueda quedar.
Bueno, con esto no he querido hacer ningún tipo de clasificación, vamos, ¡con lo desastre que soy! Para prácticas, colores. Además, a mí todo esto me lo ha contado un amigo...

Fdo. Cualquiera