Hay estrategias duras en los movimientos sociales y estrategias blandas. Las estrategias blandas son de mucha comunicación, de contar con el tiempo, de no someterse a ninguna disciplina... Sólo sabes por mil comprobaciones que llevas la razón con naturalidad y que no hay que imponerla a nadie, que más o menos pronto o tarde todos acabarán por reconocerla. Éste es el caso del movimiento no-binarista, difuso, entendido como que cada cual tenemos derecho a ser como somos, que somos hombres libres, a nuestra manera, o mujeres libres, a nuestra manera, o intersex libres, a nuestra manera, incluyendo hombres trans, o mujeres trans, o intersex trans.
¿Quién va a decirnos que no, después de saber lo que planteamos, que cada cual sea lo que quiera? Las señoras en los mercados, los jubilados en las plazas, lo comprenden en un pispás. ¡La libertad es mucho!¡No se puede obligar a nadie a que sea como quiera, a que vista como quiera, a que ame como quiera!
Cuando hay, por lógica, tal coincidencia potencial, aunque no la haya de momento, no ha lugar a ninguna estrategia de unificación de criterios y de confrontación. Estrategias blandas, de vivir a nuestra manera, de vestir a nuestra manera, de amar a nuestra manera, libres, creadoras, personales, no sometidas a regla alguna, más allá de cualquier Código de Género. De convencer. De quejarse y protestar cuando alguien se empeñe en imponernos una ropa, unos modales, una sumisión impersonal a cualquier regla, pero sabiendo que todos acabarán reconociendo dónde está la razón, la lógica, incluso nuestros contradictores, incluso el Estado, incluso las Unidades de Género, y que no queremos machacar a nadie, ni imponernos sobre nadie, sólo pedirles que piensen dónde está la razón.
kIM
Me ha encantado el concepto de estrategia blanda. Pienso que no hay norma moral más fuerte y más impositiva que la que las personas se ponen a sí mismas (aunque influida enormemente por la estructura social). El logro colectivo del no-binarismo (si es que lo hay) es precisamente la liberación de las cadenas mentales que nos imponemos a nosotros mismos, de género y toda clase. Inspiradas en los grandes ideales de la Ilustración del hombre lineal/definido/y en linea recta. El movimiento no binarista lo considero como un movimiento de caracteristicas propias, incapaz de generar un discurso generalizador por el que se autodefina, ya que la contingencia, lo indeterminado y lo impensable son sus banderas. El movimiento no solamente rompe con todas las categorías que definan el genero o la conducta sexual, sino que rompe con toda la moralidad que ha construido tales categorías. Si tenemos una fuerte autoconciencia de nuestro yo, y qué hace el yo en sociedad, rompemos con la imposición social que nos define. Rompamos los estereotipos, dejemonos sorprender y sorprendamos, provoquemos con nuestros cuerpos la heteronormatividad... destrocemos esquemas. Considero muy importante que en el no-binarismo nos descentremos como sujeto (en la manera niestzcheniana), eliminemos todas las concepcions aprehendidas que no sabemos que hacen ahí, juguemos con ellas, cambiemoslas y creemos otra nuevas. SI SOMOS SUMISOS DE NOSOTROS MISMOS, DAREMOS LA LIBERTAD PARA QUE NOS SOMETAN.
¿Quién va a decirnos que no, después de saber lo que planteamos, que cada cual sea lo que quiera? Las señoras en los mercados, los jubilados en las plazas, lo comprenden en un pispás. ¡La libertad es mucho!¡No se puede obligar a nadie a que sea como quiera, a que vista como quiera, a que ame como quiera!
Cuando hay, por lógica, tal coincidencia potencial, aunque no la haya de momento, no ha lugar a ninguna estrategia de unificación de criterios y de confrontación. Estrategias blandas, de vivir a nuestra manera, de vestir a nuestra manera, de amar a nuestra manera, libres, creadoras, personales, no sometidas a regla alguna, más allá de cualquier Código de Género. De convencer. De quejarse y protestar cuando alguien se empeñe en imponernos una ropa, unos modales, una sumisión impersonal a cualquier regla, pero sabiendo que todos acabarán reconociendo dónde está la razón, la lógica, incluso nuestros contradictores, incluso el Estado, incluso las Unidades de Género, y que no queremos machacar a nadie, ni imponernos sobre nadie, sólo pedirles que piensen dónde está la razón.
kIM
Me ha encantado el concepto de estrategia blanda. Pienso que no hay norma moral más fuerte y más impositiva que la que las personas se ponen a sí mismas (aunque influida enormemente por la estructura social). El logro colectivo del no-binarismo (si es que lo hay) es precisamente la liberación de las cadenas mentales que nos imponemos a nosotros mismos, de género y toda clase. Inspiradas en los grandes ideales de la Ilustración del hombre lineal/definido/y en linea recta. El movimiento no binarista lo considero como un movimiento de caracteristicas propias, incapaz de generar un discurso generalizador por el que se autodefina, ya que la contingencia, lo indeterminado y lo impensable son sus banderas. El movimiento no solamente rompe con todas las categorías que definan el genero o la conducta sexual, sino que rompe con toda la moralidad que ha construido tales categorías. Si tenemos una fuerte autoconciencia de nuestro yo, y qué hace el yo en sociedad, rompemos con la imposición social que nos define. Rompamos los estereotipos, dejemonos sorprender y sorprendamos, provoquemos con nuestros cuerpos la heteronormatividad... destrocemos esquemas. Considero muy importante que en el no-binarismo nos descentremos como sujeto (en la manera niestzcheniana), eliminemos todas las concepcions aprehendidas que no sabemos que hacen ahí, juguemos con ellas, cambiemoslas y creemos otra nuevas. SI SOMOS SUMISOS DE NOSOTROS MISMOS, DAREMOS LA LIBERTAD PARA QUE NOS SOMETAN.
aLGUIEN DIFUSo
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